Mis Debilidades
- Henry Vasquez
- 18 feb 2016
- 1 Min. de lectura
Es un acto de valentía reconocerse a sí mismo las debilidades. Pero con gran objetividad lo hago, porque sé que además de ser un ejercicio académico, esto puede contribuir significativamente a mi auto juicio y de este deben surgir necesariamente críticas constructivas para mejorar.
Y bueno, si las fortalezas son aquello que tenemos superior en todo sentido y que en momentos determinados nos sacan de apuros, las debilidades son exactamente lo opuesto es decir, aquello que nos conduce al desatino, lo que no nos permite crecer adecuadamente.
Creo que mi mayor debilidad detectada es la dependencia hacia las personas, me he convertido en un ser emocional y motivacionalmente dependiente, situación que está lejos de provenir de la tipología familiar a la que pertenezco ya que esta aportó a mi ser elementos de supervivencia en un ambiente hostil para el desarrollo de una familia y quizá hasta llegó a fijar unos parámetros de necesaria evolución para la consolidación de una institución familiar responsable en donde las relaciones humanas sean sanas y no toxicas, como en el momento me sucede con el tema de mi dependencia emocional y motivacional por otras personas.
Tengo también debilidades como la falta de autocontrol en situaciones que demandan de respuestas emocionales de mi parte; así como el control de las emociones negativas que resultan del no cumplimiento de las expectativas en cualquier actividad de la vida cotidiana, es decir, mal genio.
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